La aportación de los colegios
profesionales a la sociedad tiene un importante valor añadido y el impacto
económico del sector de las profesiones reguladas en la economía y en el empleo
es muy importante. Pero ésta no es la única aportación. La labor social,
cultural, educativa y de control que estas instituciones de forma parcelada o
en conjunto aportan a la sociedad española tiene un valor incalculable.
La relación
directa entre el correcto ejercicio de la profesión de ingeniero minas y los
riesgos para la salud y seguridad de las personas es incuestionable , habida
cuenta que se trata de una ingeniería que afecta no solo al racional
aprovechamiento de los recursos naturales sino que es una actividad que está
directa y estrechamente relacionada con la seguridad de las personas y las
cosas, lo que a su vez hace necesario que exista un
adecuado control colegial del profesional que asume una responsabilidad frente
a la sociedad. Que estas actividades profesionales se lleven a cabo de forma
adecuada implica, de un lado, que se exijan unos determinados conocimientos,
los propios del título universitario, y de otra parte que exista un control
colegial, pues el profesional está asumiendo una responsabilidad frente a los
ciudadanos.
Los
Colegios de Ingenieros de Minas son por tanto un instrumento eficiente de
control del ejercicio profesional para la mejor defensa de los destinatarios de
los servicios y en aquellas actividades en que puedan verse afectadas, de
manera grave y directa, materias de especial interés público, como pueden ser
la protección de la salud y de la integridad física o de la seguridad personal
o jurídica de las personas físicas.
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